lunes, 27 de octubre de 2008

La oración de la maestra.

La oración de la maestra.

¡ Señor Tú que enseñaste, perdona que yo esneñe; que lleve el nombre de maestra, que Tú llevaste por la tierra.
Dame el amor único de mi escuela; que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes.
Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto.
Arranca de mì este impuro deseo de justicia que aùn me turba, la mezquina insinuaciòn de protesta que sube de mì cuando me hieren.
No me duela la incomprensiòn ni me entristezca el olvido de las que enseñè.
Dame el ser màs madre que las madres para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mi carne. Dame que alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi màs penetrante melodìa, para cuando mis labios no canten màs.
Muèstrame posible tu evangelio en mi tiempo, para que no renuncie a la batalla de cada dìa y de cada hora por èl.
Pon en mi escuela democràtica el resplandor que se cernìa sobre el corro de niños descalzos.
Hazme fuerte, aùn en mi desvalimiento de mujer, y de mujer pobre; hazme despreciadora de todo poder que no sea puro, de toda presiòn que no sea la de tu voluntad ardiente sobre mi vida.
¡Amigo, acompàñame! ¡Sostenme! muchas veces no tendrè sino a ti a mi lado. Cuando mi doctrina sea màs casta y màs quemante mi verdad, Quedarè sin los mundanos; pero tù me oprimiràs entonces contra tu corazòn, el que supo harto de soledad y desamparo. Yo no buscarè sino en tu mirada la dulzura de las aprobaciones.
Dame el levantar los ojos de mi pecho con heridas, al entrar cada mañana a mi escuela. Que no lleve a mi mesa de trabajo mis pequeños afanes materiales, mis mezquinos dolores de cada hora.
Aligèrame la mano en el castigo y suavìzamela màs en la caricia. ¡Reprenda con dolor, para saber que he corregido amando!
Haz que haga de espìritu mi escuela de ladrillos. La envuelva la llamarada de mi entusiasmo su atrio pobre, su sala desnuda. Mi corazòn le sea màs columna y mi buena voluntad màs oro que las columnas y el oro de las escuelas ricas.
Y, por fin, recuèrdame desde la palidez del lienzo de Velàzquez, que enseñar y amar intensamente sobre la tierra es llegar al ùltimo dìa con el lanzazo de longinos en el costado ardiente de amor.

Profra. Ma. de los Ángeles S. Jiménez Cisneros

Castillo de Chapultepec

Los alumnos escenificaron la batalla del 13 de septiembre en el Castillo de Chapultepec

escenificaciones por alumnos

Los alumnos escenificaron las culturas prehispánicas

jueves, 23 de octubre de 2008

miércoles, 22 de octubre de 2008

La Independencia de México

La Independencia de México

El estallido del movimiento de Independencia en 1810 fue parte de una red de conspiraciones, estas eran reuniones secretas en las que se dicutía la política interior y cómo esta afectaba a la Nueva España.
En dichas reuniones los criollos objetaban aspectos del régimen español en Nueva España, pero no se proponían abolirlo; lo que deseaban era participar en él. La idea de la Independencia surgió a partir de 1808, cuando los criollos consideraron que la monarquía española carecia del rey legítimo y en consecuencia, no había a quién obedecer. Por vez primera consideraron la posibilidad a gobernarse a sí mismos.